* La educación es una interacción entre las propuestas de los individuos y la cultura. El educador es un agente de la cultura, proveedor de ciertos estímulos y no de otros. La educación, por consiguiente, es un proceso en constante cambio.

* La cultura propone creencias, políticas, economías, ciencias, artes, técnicas. En base a ello construye teorías pedagógicas.

* En toda formación pedagógica deben incluirse conocimientos acerca de los contextos sociales – culturales y, específicamente, con qué subculturas (geográficas, económicas, etarias, temporales / evolutivas, genéricas, religiosas, étnicas, nutricionales) está en contacto.

* Al educar es imprescindible conocer y discutir las bases de la teoría pedagógica aplicada.

* Un educador debe conocer en conciencia qué teoría pedagógica, qué práctica educativa y qué didácticas intenta aplicar en su interacción.

* Los educadores deben discutir de continuo cuáles son los fines de la educación, sus propios fines al educar y los valores -declamados, aplicados- de la cultura en que se encuentran.

* Los educadores deben conocer y tener en cuenta las diferencias entre educar, enseñar, instruir, informar.

* La educación va dirigida a enriquecer de cierto modo el normal desarrollo del individuo. Es imprescindible por tanto conocer el normal desarrollo y sus etapas.

* El estímulo del desarrollo debe tener en cuenta las necesidades primordiales y las emociones de cada ser humano, ya que son fundamento de sus cogniciones y sus acciones.

* Todos los agentes culturales son educadores. Por su poder, deben considerarse como mínimo los medios, los padres y los docentes.

* Los agentes culturales obtienen de la cultura su poder educativo. Deben conocer por tanto las diferencias entre poder potencia (propositivo) y poder violencia (impositivo). El poder violencia, al no respetar el desarrollo, las necesidades primordiales ni las emociones, es patologizante para el individuo y la propia cultura. Por tanto, es imprescindible el estudio de las diferencias entre límites y castigos y sus respectivas consecuencias.

* La formación de los educadores debe tener lugar en base a estos mismos principios. Si la formación de los educadores es pasiva, libresca, cognitivista, biologista, impositiva, será muy difícil que no reproduzcan estas didácticas en su tarea.

* Todo educador, formal o no, debe plantearse si su fin último es o no la salud (= bienestar bio-psico-social, calidad de vida) de sus educandos.